La última de las tendencia hace referencia a la búsqueda de expresión de la propia identidad (valores, estilo de vida, aspiraciones, deseos) o de la pertenencia a un grupo a través de la alimentación. Esta tendencia se enfoca a la customización o personalización de los productos de gran consumo en base a esa identidad.
Los individuos tenemos tanto una faceta social (como parte de colectivos con necesidades, intereses y gustos comunes), como individual, siendo seres independientes con identidad propia y en búsqueda de la autenticidad. EgoFood busca que ambas facetas convivan y se expresen, por lo que se enfoca a la “personificación” en los productos de gran consumo de los deseos, valores, aspiraciones o estatus personales. EgoFood persigue la conexión entre el consumidor y aquella “dimensión” del producto que encaja con su personalidad (además de con sus necesidades), y con lo que se siente identificado.
Esta tendencia se caracteriza por el desarrollo de productos y servicios más adaptados, así como una comunicación a los públicos objetivo más precisa. Permitir a cada uno crear sus propios productos supone una aproximación emocional hacia el consumidor, al que se le otorga además la libertad de experimentación.
Un ejemplo de esta tendencia puede ser la web estadounidense uFlavor, que ofrece la oportunidad de crear tu propia bebida a partir de 100 sabores que se pueden combinar, y además la puedes vender online de forma que las bebidas más populares implican un reconocimiento económico a sus creadores.
Actividades similares ya las habíamos visto en otros sectores, como la industria textil, por ejemplo con las Concerse, en las que te puedes diseñar tus propias zapatillas, pero en el sector de la alimentación es algo más complicado. La customización personalizada del producto sería el poder más alto para una empresa, poder ofrecer sus productos adaptados totalmente a sus consumidores, en servicios si es más fácil pero en el gran consumo, donde reina la estandarización y el bajo coste, es mucho más complicado, pero no imposible, abriéndose aquí un mundo de oportunidades.
Si ya McDonals logró un avance dejando elegir el topping de sus helados, poco a poco, la industria alimentaria intenta hacer del consumo en masas, un consumo más individualizado.
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