La quinta de las tendencias que se nos presentan es la que se relaciona con el mundo del entretenimiento, la emoción,... Aquella que busca experiencias memorables que conecten con las necesidades emocionales de los individuos.
Y es que la comida no solo alimenta, sino que puede ser toda una experiencia, social o emocional, Un valor añadido del producto que le diferencia del resto, que le hace único, que en realidad no esta en el producto en sí, sino de todo aquello que lo envuelve. Seguro que no disfrutas igual tomando un ron con cola en casita, que tomándolo en una playita en Cuba...Sin duda el coste tampoco es el mismo, pero el valor viene de la experiencia y el momento memorable que vivimos, adquiriendo el propio producto, hace del precio un papel totalmente secundario.
Como había comentado anteriormente, ya no buscamos productos, sino percepciones, por lo que buscamos algún "extra" en los productos, algo que nos proporcione aspiraciones o motivaciones, algo que rompa con la monotonía de la rutina.
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